Representantes de los Gobiernos de Estados Unidos, México, Guatemala y Honduras se reunieron el miércoles para acordar la formación de un frente común que combata el tráfico ilegal de personas en sus respectivas fronteras, tras la muerte de 53 migrantes en un camión abandonado en el sur de Texas.

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Durante la reunión de emergencia desarrollada en la Embajada de México en Estados Unidos, se acordó “trabajar de manera conjunta para, en el ámbito de sus respectivas competencias, apoyar a las personas heridas y a las familias de las víctimas”.

Además, se acordó “establecer un Grupo de Acción Inmediata para intercambiar información y trabajar de manera coordinada para desmantelar las redes de traficantes de personas”.

Los congregados reiteraron las condolencias a familiares y amigos de las víctimas al tiempo que dispusieron la cooperación y apoyo en las investigaciones para esclarecer el caso.

Las investigaciones estarán a cargo del Departamento de Seguridad de los Estados Unidos, entidad que llevará a los responsables ante la Corte.

A fin de crear una estrategia de contención del tráfico de personas en estos territorios se establecerá “una reunión con el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas y los Cancilleres de México, Guatemala y Honduras”.

Si bien no se esclareció la fecha, se pretenden adoptar acciones para atender a las víctimas, “combatir las redes de tráfico de personas, prevenir este tipo de tragedias y fortalecer los canales formales”.

El comunicado oficial concluye que estas medidas futuras tienen el objetivo de “hacer de la migración una opción segura, ordenada regular y humana”.

La reunión fue motivada por el encuentro de un camión abandonado en la ciudad de San Antonio, Texas, a 250 kilómetros de la frontera compartida entre EE.UU y México, donde murieron 22 migrantes mexicanos, siete guatemaltecos y dos hondureños