Un tribunal federal de EE.UU. condenó el martes a cadena perpetua al exsenador Joseph Joel John por su implicación en el asesinato del expresidente de Haití Jovenel Moïse en julio de 2021 tras demostrarse que proporcionó apoyo material y logístico a los complotados que ultimaron al mandatario caribeño en su residencia.

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Después de su extradición desde Jamaica en mayo de 2022, Joel John se declaró culpable de tres cargos en el proceso inicial por el magnicidio de Moïse. Además del apoyo logístico, se le acusó de conspiración para cometer asesinato y secuestro de una persona fuera del territorio estadounidense.

Según el FBI, Joel John firmó una declaración jurada de causa probable en la que admite haber colaborado en la obtención de vehículos y armas de fuego para los integrantes del comando que realizaría el asalto. Asimismo, se reunió con otros cómplices un día antes del asesinato para ultimar detalles.

El exsesador haitiano es el tercer sospechoso condenado por su vínculo con la muerte de Moïse junto al ciudadano colombiano Mario Antonio Palacio y el chileno-haitiano Rodolphe Jaar. Este último fue sentenciado en junio pasado a cadena perpetua también por un tribunal del país norteño y por los mismos cargos que su cómplice Joel John.

Palacio, por su parte, se encuentra a la espera de comparecer ante la justicia estadounidense a finales de este mes de diciembre. A juzgar por los registros del Departamento de Justicia de EE.UU. varios son los ciudadanos estadounidenses, haitianos y colombianos relacionados con el complot.

El expresidente Jovenel Moïse fue víctima de un asalto a su residencia privada en Puerto Príncipe por parte de hombres armados, el 7 de julio de 2021. Los atacantes ultimaron al presidente haitiano e hirieron a la Primera Dama, cometiendo un delito catalogado por la justicia como un “acto atroz, inhumano y bárbaro”.

La muerte del alto dirigente fue el detonante de una crisis que ha sumido a la nación caribeña en el caos, bajo la influencia y poder de las bandas delincuenciales que dominan parte del país y que basan sus ingresos entre el narcotráfico, el comercio ilegal de armas, la extorsión y la violencia a un costo de millares de vidas humanas.