Cientos de costarricenses se concentraron este lunes en las principales calles de San José, capital, para rechazar la nueva reforma fiscal, impulsada por el presidente Carlos Alvarado y el Fondo Monetario Internacional (FMI). 

Unos 14 representantes de los principales sindicatos del país exigieron al Estado la eliminación de la nueva política, la cual es rechazada por un 86 por ciento de la población, quienes consideran que esta perjudica a los ciudadanos y favorece al Gobierno.  

Asimismo, la huelga indefinida alcanza su tercera semana y los manifestantes se mantienen en las calles tras no alcanzar ningún acuerdo con el Gobierno en las mesas de negociaciones desde el pasado 20 de septiembre. 

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En tanto, cientos de carreteras, el 52 por ciento de las escuelas, centros de salud se mantienen cerrados desde la jornada de protestas iniciadas el pasado 10 de septiembre, así como entes públicos, municipales, judiciales y otros ministerios no están en funcionamiento. 

Las organizaciones sindicales anunciaron que entre el 25 y el 26 septiembre realizarán otra concentración, a la que se sumarán movimientos estudiantiles de la Universidad de Costa Rica, ante la negativa del Gobierno de establecer una negociación.

La ilegalidad de la Reforma Fiscal 

Por su parte 32 instituciones pública han denunciado y calificado la nueva reforma fiscal como ilegal, mientras que el Gobierno insiste en que esta es la única salida para no "generar una crisis económica". 

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