El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reveló este martes que solo el 3 por ciento de los niños y adolescentes de América Latina y el Caribe ha regresado a las clases presenciales debido a la situación sanitaria generada por la pandemia de Covid-19.

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De acuerdo con el informe "Educación en pausa", un total de 137 millones de niños y adolescentes (el 97 por ciento de la población escolar correspondiente a esos grupos) no han podido regresar a las instituciones educativas, lo cual augura un incremento de la deserción educativa, una significativa pérdida del año lectivo y el aumento de la brecha entre sectores ricos y pobres.

Según el informe, desde marzo de 2020 los estudiantes latinoamericanos perdieron, en promedio, cuatro veces más días escolares que los del resto del mundo.

Solo en Haití, Nicaragua, Surinam y Uruguay las escuelas están completamente abiertas, aunque con modificaciones en horarios, señala el documento. Asimismo, precisa que en Argentina, Brasil, Colombia y Cuba los centros educativos están parcialmente abiertos, mientras que en el resto de los países se encuentran totalmente cerrados.

El porcentaje de infantes que no reciben ninguna forma de educación en la región se ha disparado del 4 por ciento al 18 por ciento en los últimos meses, señala el reporte. Ello afecta más a niños migrantes, con discapacidades y de comunidades indígenas.

A lo anterior podría sumarse que hasta tres millones de niños abandonen el sistema educativo a causa de las dificultades económicas, según estima la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo cual implicaría un descenso del 1,83 por ciento de la matrícula educativa, cifra mayor a las del resto de las regiones del mundo.

Aunque una parte de las instituciones educativas han optado por la modalidad virtual de las clases, esta posibilidad está vedada para sectores que no cuentan con acceso a computadoras e Internet. Al respecto, Unicef defiende la necesidad de que los Gobiernos refuercen estos programas por el tiempo que dure la pandemia.

En ese sentido, la agencia de Naciones Unidas recomienda subvenciones económicas para el pago de matrículas escolares, comida y transporte, pues "sin ayuda, muchos padres no tendrán más remedio que sacrificar la educación de sus hijos", puntualiza.

Ante la posibilidad de que la crisis económica obligue a que el gasto en educación del área se reduzca hasta un 9 por ciento durante este año, Unicef invita a ver el panorama actual como oportunidad para "construir sistemas educativos mejores, más resilientes e inclusivos que antes de la pandemia".