El Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte aseguró este viernes que el reciente desarrollo de armamentos de nuevo tipo no tiene como objetivo algún país o fuerza específica, ni vulneró la seguridad regional, respecto al tercer misil lanzado en nueve días.

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Según la cartera, el lanzamiento de misiles pretende modernizar el potencial defensivo, que es un derecho legítimo de un Estado soberano y al cual los norcoreanos no renunciarán jamás.

A través de un portavoz, la Cancillería de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) calificó de deplorables las medidas restrictivas unilaterales anunciadas por el Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.), las consideró una provocación y señaló que con ello la Casa Blanca solo agravará la situación.

“Este hecho es una provocación evidente y lógica de bandido. Demuestra además que si bien la actual administración norteamericana habla tanto de la diplomacia y el diálogo, recurre obstinadamente en realidad a la política de aislamiento y aplastamiento a la RPDC”, precisó el vocero de la diplomacia norcoreana.

Además, alertó que si Washington “se obstina de tal manera en su postura conflictiva, nos veremos obligados a emprender una reacción más fuerte y contundente”.

Por su parte, la Casa Blanca anunció medidas punitivas para enfrentar los seis lanzamientos que ha realizado Pyongyang desde septiembre pasado.

En febrero de 2019 se celebró una cumbre en Vietnam donde el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el exmandatario Donald Trump, dialogaron sobre la desnuclearización de la península coreana y el acercamiento entre las dos Coreas, pero el encuentro fue infructuoso.