La condena de un juez de Estados Unidos contra un cazador ilegal se ha vuelto casi tan polémica como el delito. David Berry deberá ver la película infantil "Bambi" una vez al mes durante el año que estará preso.

"Berry debe ver la película de Walt Disney Bambi, siendo la primera visualización en o antes del 23 de diciembre de 2018; y repetirla al menos una vez cada mes a partir de entonces, durante el encarcelamiento del acusado en la cárcel del condado de Lawrence", establece la sentencia.

El hombre de 29 años fue condenado en Misuri por la caza ilegal de cientos de ciervos a lo largo de tres años. Los fiscales encargados del caso indicaron que los animales eran degollados y se llevaban sus cabezas como trofeos, mientras que los cuerpos eran abandonados.

El Departamento de Conservación de Misuri señaló que las acciones de Berry y de otros involucrados eran impulsadas solo por la "emoción de la muerte en sí".

Sin embargo, un giro inesperado hizo que la sentencia se convirtiera en una noticia polémica y fuera comparada con la famosa escena de "La naranja mecánica". 

"Puedes ver Bambi y pensar en tu infancia cuando lo hagas", dijo el juez que dictó la sentencia.

Ver Bambi: ¿Terapia o tortura psicológica?

La analista de cultura, Oriele Benavides, duda que esta sentencia tenga algún tipo de efectividad como terapia.

Indicó que el caso pone de manifiesto que la sociedad confía "demasiado en el valor pedagógico de las obras de arte o incluso del entretenimiento y confiamos en sus efectos educativos como si estos ocurrieran de una forma transparente, lineal".

Explicó que probablemente "la ambición de quienes dictaron la condena es que la película pueda tener efectos benéficos sobre quien la ve, al identificarse con las coordenadas morales de la narración propuesta, es decir, con 'los buenos de la película'". 

Sin embargo, es posible "que el condenado podría no tener reparos en ponerse del lado de los cazadores nuevamente, de identificarse con ellos una vez al mes". 

Añadió que el espectador actual "está alejado de esas coordenadas morales de aquel lejano Bambi de 1942", pues actualmente la sociedad soporta mucha más violencia en pantalla. 

En cuanto a la similitud con la escena de "La naranja mecánica", en la que el protagonista es sometido a un tratamiento de visualizar actos violentos y asociarlos con malestar físico, la analista aclaró que en la película se trata solo de "una alegoría sobre la clase de espectadores encadenados que de alguna manera, todos ya somos".

La noticia de la inusual sentencia generó diferentes reacciones en redes sociales. Algunas personas consideran que la condena podría beneficiar al cazador ilegal, pero otros dudan de su efectividad y señalan que podría considerar tortura psicológica.

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