Cuatro comuneros mapuches, condenados este jueves por su presunta participación en un ataque incendiario en Chile rechazaron la decisión de los tribunales y aseguraron que el juicio en su contra es político.

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Los comuneros fueron condenados a penas de 15 años y cuatro meses de cárcel por la presunta comisión de un ataque incendiario durante septiembre de 2021. Entre ellos se encuentra Ernesto Llaitul, hijo del líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, organización que encarna la resistencia mapuche contra el latifundio y el extractivismo.

En un comunicado, los imputados afirmaron que “la Resolución del Tribunal no se ajusta a derecho, careciendo de todo fundamento legal y pruebas que nos vinculen al hecho punible, incluso con delitos inexistentes, negándonos de esta manera un debido proceso”.

Asimismo, señalaron que “esta condena a todas luces política, se enmarca en la contraofensiva neofascista en contra del movimiento mapuche autonomista, en especial de la CAM y su proyecto político de restitución de derechos político- territoriales en Wallmapu”.

En ese sentido, criticaron al actual Gobierno, al que tildaron de funcional a los grupos económicos y al imperialismo. Manifestaron que el Ejecutivo se posiciona del lado del capital, principalmente forestal, en el conflicto histórico entre el movimiento mapuche y las industrias madereras que explotan los recursos en ese territorio.

En medio de este panorama, los cuatro comuneros se encuentran en huelga líquida desde el 13 de noviembre pasado, como protesta y resaltando la urgencia de revisar el proceso judicial.

Los imputados fueron condenados, específicamente, a 10 años y un día de presidio por homicidio frustrado, además de cuatro años y seis meses por incendio consumado y a 300 días por tentativa de incendio.