Un informe presentado por el grupo interdisciplinario de Monitoreo Critico de Condiciones de Trabajo y Bioseguridad del Personal de Salud de Colombia alertó que el avance de la pandemia en esa nación revela fragilidad en el sector sanitario y explotación laboral.

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Según las conclusiones del estudio, se ratifica la proporción de predominio de contratos indirectos e inestables.

Al respecto, plantea que solo un tercio del personal de salud cuenta con un tipo de contratación que le brinde estabilidad laboral.

Por otra parte, refiere que la pandemia ha generado un incremento en la pérdida de condiciones laborales, particularmente, las relacionadas con mayor carga de trabajo, de la jornada laboral y disminución del salario.

El grupo que resulta más afectado por esta situación es el de trabajadores con contrato indirecto y sin estabilidad.

Además, en el informe manifiestan su preocupación por las condiciones de bioseguridad, pues afirman que no se cumple con el ajuste de la infraestructura para disminuir la exposición, incorporación de protocolos y entregas de Equipos de Protección Interpersonal.

De acuerdo con el estudio, en el caso de los trabajadores con un contrato directo y estable, el índice general de cumplimiento es del 65 por ciento, mientras que los trabajadores con contrato indirecto y a término fijo tienen un índice de 54 por ciento. “Estas diferencias son estadísticamente significativas”, señala el informe.

En otro punto detallan que uno de cada cuatro trabajadores consultados, que tuvieron contacto con el virus Sars-Cov-2 en el ambiente laboral, resultó contagiado con la Covid-19, predominando las mujeres con un 84 por ciento de casos positivos dentro de ese grupo.

Asimismo, evidenciaron un manejo inadecuado de los casos de trabajadores que presentaron síntomas o han sido diagnosticados con el virus.

En ese sentido, el informe precisa que no se garantiza el pago a los afectados que realizan cuarentena, permanecen trabajando o no son reportados a las instancias pertinentes para garantizarles las prestaciones definidas por ley.

“Más de la mitad de los participantes refiere presencia de síntomas de afectación de su salud mental. Se destaca que tener contacto con pacientes con Covid-19 incrementa este riesgo en un 47 por ciento; trabajar sin protección individual en un 25 por ciento y sin protocolos en un 29 por ciento”, advierte el informe.

Para concluir, el grupo de expertos asevera que garantizar las condiciones de bioseguridad y de trabajo adecuado de todo el personal sanitario en Colombia significa garantizar la vida de las personas que atienden y ayudan a los contagiados por el virus, enfrentando la pandemia para superar la situación.

Denuncias que no cesan

Las denuncias por la situación del personal de salud en Colombia se han registrado desde el inicio de la pandemia en el país.

Este jueves el presidente de la Asociación Colombiana de Médicos en Santander, Oscar Araujo, manifestó la falta de elementos de protección. Además hizo hincapié en la morosidad para la puesta en funcionamiento de ventiladores y otros equipos esenciales.

En una conversación telefónica con medios locales, dijo que se requiere acción gubernamental. “Lo más crítico es la habilitación de espacios para atender casos críticos y las Unidades de Cuidado Intensivos”, dijo.

"¿se ha preocupado alguien por averiguar la verdadera situación de los médicos en Colombia? ¿Cuál es la realidad de sus vidas? ¿Se les reconoce el valor de su trabajo, su esfuerzo personal, su dedicación?"

Juan Gossain#SaludDignaYA

— Colegio Médico Col (@ColegioMedicoCo) August 14, 2020

La semana pasada, el Colegio Médico Colombiano, elevó al Gobierno Nacional una queja sobre la situación que atraviesan cientos de los miembros del personal médico del país. Sobre el tema dijeron en un comunicado que el Estado debe brindar garantías laborales a “aquellos que usted llama héroes”, para evitar que “continúen en su Gobierno totalmente abandonados, discriminados y agredidos”.

En la misiva, hicieron énfasis en la grave situación de hospitales como el San Juan de Dios en Cali, o el Rosario Pumarejo de López en Valledupar. Ambas instituciones permanecen en huelga desde hace más de una semana, donde sus médicos han detenido las funciones para reclamar el pago de sus salarios.

Comunicado a la opinión pública solidaridad y apoyo a los trabajadores de la salud del hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar pic.twitter.com/GDu5oo5RZ9

— Colegio Médico Col (@ColegioMedicoCo) August 7, 2020

Sobre el tema, el presidente del sindicato del San Juan, Sergio Falla, dijo que a médicos generales les deben entre ocho y 10 meses de salarios; a traumatólogos, otros nueve; a anestesiólogos apenas les pagaron enero, les deben los demás hasta ahora”.

"No llegan los pacientes por el temor al contagio. No se hacen cirugías porque no se puede y eso genera costos tener ocho quirófanos en Cali cerrados", dijo Falla.

Asimismo, durante le mes de julio, galenos de Bogotá exigieron que se decretara una cuarentena para frenar las infecciones por coronavirus en la ciudad. Además, advirtieron que los servicios en las clínicas y hospitales estaban a punto de colapsar.

Ya en abril, menos de un mes después de decretada la cuarentena por el presidente Iván Duque, el personal sanitario realizó acciones de protestas y huelgas ante la falta de gestión del Gobierno. Denunciaban además la tercerización laboral.

Se dio cuenta de la ausencia de contratos dignos o una remuneración que no estaba acorde a los trabajos realizados. Asimismo se dejó en manos de los empleadores la tarea de proporcionar protección, lo que implicó un limbo institucional.

Mientras, para aliviar la compleja situación sanitaria, el alcalde de Medellín pidió en julio pasado la ayuda de Cuba y sus brigadas médicas. Sin embargo en lugar de soluciones, el hecho provocó una tormenta política en la que el gobierno de Iván Duque dijo que solo el Ejecutivo tiene autoridad para permitir el ingreso de médicos extranjeros.