La espiral de violencia que vive Colombia, cinco años después de la firma de los acuerdos de paz entre el Gobierno y  las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP), se cobró durante el fin de semana, la vida de otras tres personas en Antioquia, cuyos cadáveres fueron hallados en bolsas de plástico.

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El comandante de la Policía Metropolitana de Medellín (capital departamental),Pablo Ferney Ruiz Garzón, explicó que en las horas de la noche del sábado último fue hallado el primer cuerpo en un suburbio del norte de la ciudad.  

Según el oficial, los otros dos cadáveres corresponden, al parecer, a dos jóvenes hallados metidos en bolsas y sellados con cinta plástica hallados, en este caso, en una autopista también del norte de la capital antioquiana.

Con estos hallazgos ya son siete las personas asesinadas durante el mes de junio, informaron fuentes de la Policía local.

Sin embargo, en la última semana han encontrado cinco cadáveres embolsados en el Valle de Aburrá. Uno en Belén, uno en Aranjuez, dos en Bello y uno en Copacabana.

La Defensoría de Colombia, responsable de velar por los derechos humanos, había emitido 5 alertas, una de ellas en específico para el municipio de los hechos, en la cual se advierte sobre la confrontación entre estructuras armadas paramilitares que se disputan el poder en la zona.

De acuerdo a Indepaz, organización de la sociedad civil que recuenta las masacres ocurridas en el país, en la región operan las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), la llamada Oficina del Valle de Aburra por medio de distintas estructuras, entre ellas Los Pachelly, Los Chatas, Los Mesa, Niquía Camacol, Los Triana, entre otros.

También, según Indepaz, con los hechos del fin de semana, suman 43 el número de masacres ocurridas en Colombia en casi medio año, al ritmo de una cada cuatro días como promedio en medio de un clima de reforzada violencia paramilitar.