El presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo de Laos, Thongloun Sisoulith, inauguraron este viernes de forma virtual la línea de ferrocarril de alta velocidad China-Laos, la cual expandirá la red ferroviaria china fuera de sus fronteras por primera vez.

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La vía se extiende a lo largo de 1.000 km desde Kunming, capital de la provincia meridional china de Yunnan, hasta Vientiane, la capital de Laos, desde donde partió esta jornada el primer tren de esta línea.

Este es el primer paso hacia la conocida como Red Ferroviaria Panasiática, con la cual China busca establecer varias rutas por tren que la conecten con Singapur pasando por varios países del Sudeste Asiático.

El proyecto logrará que Laos pase de ser "un país sin litoral" a un centro "conectado" por tierra, ya que reducirá el tiempo de viaje entre las dos ciudades a menos de un día y forma parte del ambicioso proyecto comercial de la "Nueva Ruta de la Seda", que Beijing apoya con el impulso de infraestructuras claves como aeropuertos, carreteras y puertos; aunque algunas voces critican que esos préstamos son inviables, una trampa para que caigan endeudados.

Laos experimentó un rápido crecimiento económico en la década de los 2010, cuando su economía creció cada año entre un 5,5 y un 8,5 por ciento.

A pesar de ello, sigue siendo uno de los países menos desarrollados de Asia: el 18 por ciento de su población vive en la pobreza, según el Banco Asiático de Desarrollo, y ocupa el lugar 137 en el índice de desarrollo humano.

Además, por el efecto de la pandemia de Covid-19, la economía de Laos se ralentizó hasta crecer un 0,4 % en 2020, año en el que cayeron las visitas turísticas al país, una de sus principales fuentes de ingresos. En 2019, un millón de turistas chinos visitaron este país.