Por primera vez en su historia, la selección mexicana de fútbol femenil conquistó el oro en unos Juegos Panamericanos tras vencer a la escuadra anfritriona, Chile, por la mìnima diferencia.

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En el estadio Elías Figueroa, México buscaría subir a lo más alto del podio ante una selección de Chile que no contaba con ninguna de sus porteras, por lo que la delantera María José Urrutia tomaría la responsabilidad de la meta.

Durante los primeros minutos, México intentó poner en predicamentos a Urrutia con disparos de media y larga distancia, sin embargo, la portera sudamericana mostraría calidad para atacar el esférico y evitaría que las aztecas se pusieran por delante en el marcador… hasta que llegó la futbolista Rebeca Bernal.

La mexicana sería la encargada de cobrar un tiro libre cargado al lado izquierdo de la portería chilena, por lo que impactó con colocación, colgó el balón del ángulo y pondría por delante a México en el minuto 29.

Pese a la desventaja chilena, la realidad es que el cuadro mexicano siempre tuvo dominio absoluto del balón llevando el partido al ritmo que le convenía y sin pisar el acelerador a fondo.

Las locales entregaron todo en el campo, y pelearon con la cara en alto a sus posibilidades, tomando en cuenta que no solamente habían perdido a sus porteras, junto a ellas se habían ido en las últimas horas 3 futbolistas más por lo que apenas pudieron presentarse 13 jugadoras al compromiso.

Con un total de 17 goles a favor por dos en contra, la escuadra dirigida por Pedro López consiguió su primer presea de Oro en unos Juegos Panamericanos.

Después de la plata en Winnipeg 1999 y los tres bronces en Santo Domingo 2003, Guadalajara 2011 y Toronto 2015, México al fin se colgará una presea dorada en el futbol femenino.