La Cámara de Diputados chilena rechazó este miércoles en una votación en general la reforma tributaria, uno de los proyectos definidos como claves por el presidente Gabriel Boric para poder llevar adelante su agenda de Gobierno.

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El rechazo de la iniciativa, inesperado para el Gobierno de Boric, se concretó con 73 votos a favor, 71 en contra y tres abstenciones, en un votación que requería quorum de mayoría simple. Para ser aprobada la idea de legislar, necesitaba unos 78 votos, como mínimo.

De acuerdo a medios locales, especializados en la vida parlamentaria, se estimaba que se iban a realizar cerca de 60 y hasta 70 votaciones por separado, en el caso de que se avanzara al debate en particular, pero el proceso no pasó de su primera etapa: la idea de legislar.

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, fue el encargado por el Gobierno de presentar la reforma, con lo cual sufrió su mayor derrota política, frente a una oposición que había advertido que iba a rechazar la idea de legislar lo que llamaron un "mala reforma", porque dijeron que "perjudicaría gravemente" a la clase media y las pymes".

Al reaccionar a la votación, el Gobierno a través del propio ministro de Hacienda, Mario Marcel, lamentó que la Cámara Baja rechazara la idea de legislar la reforma tributaria.

El titular del sector encargado de las finanzas afirmó que esta situación la celebrarán “quienes evaden los impuestos” y que lo ocurrido en el Congreso fue “una derrota para el país”.

A diferencia de las mociones (iniciativas parlamentarias), al tratarse de una iniciativa presidencial (proyecto presentado por el Gobierno), Gabriel Boric puede intentar volver a presentar la reforma, pero deberá recurrir a la Cámara revisora, que en este caso es el Senado, pero con un quorum superior.