El ministro de Exteriores de Rusia, Seguéi Lavrov, alegó este viernes que el Gobierno ucraniano mantiene una postura cínica al señalar que Moscú se beneficia de la guerra en Medio Oriente.

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En declaraciones a la televisión rusa, Lavrov aseveró: "Son unos cínicos empedernidos. Su único objetivo es que no se olviden de ellos". El canciller dijo que "pueden ser olvidados, y no porque lo queremos nosotros, ya que nosotros resolveremos nuestros problemas de todos modos, sino porque, lamentablemente, están ocurriendo otros conflictos en el mundo".

Al referirse a recientes declaraciones formuladas desde Washington, en las cuales la Casa Blanca ponderó como prioridades suyas "el conflicto de Ucrania con Rusia y de Israel con Hamás", Lavrov aseguró que Europa "está harta" de Ucrania, pero “tratan de mantener a flote la situación por inercia y mediante la autosugestión", agregó el alto funcionario.

En el mismo espacio, Lavrov pidió que los países que prestan ayuda a Kiev dejen de hacerlo, asuman una actitud realista y comiencen a negociar con la Federación Rusa. Agregó que el envío de misiles Atacms (sistema de misiles tácticos de alcance medio, enviados a Ucrania por el Ejército de Estados Unidos) es prolongar la agonía de Kiev.

"No puedo sino reafirmar nuestras valoraciones (...) Es necesario dejar inmediatamente de alimentar al régimen de Kiev y empezar a negociar teniendo en cuenta la realidad sobre el terreno y los intereses fundamentales de la Federación Rusa, esbozados al inicio de la operación militar especial", dijo.

Funcionarios y analistas ucranianos han intentado difundir teorías de que Rusia está detrás de la operación Diluvio de Al-Aqsa lanzada por Hamás contra Israel. De acuerdo con esta tesis, Moscú estaría presuntamente detrás de ello para desviar el foco mediático del conflicto en Europa.