La Policía canadiense detuvo a 191 personas y presentó cargos contra 103 después de reprimir la manifestación en Ottawa en contra de la inoculación obligatoria contra la Covid-19 establecida por el Gobierno.

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Dichos cargos han sido considerados por “revuelta y obstrucción”, y 89 de esos detenidos “han sido liberados bajo condiciones”, según informó el órgano policial canadiense el cual también expropió 57 vehículos, en su mayoría camiones, relacionados con los manifestantes.

La utilización de gas pimienta y otras prácticas contra la multitud fueron aplicadas por la policía canadiense, que se propuso desarticular las protestas protagonizadas también por camioneros que bloquearon durante días el puente Ambassador, que conecta las ciudades de Windsor (Canadá) y Detroit (EE.UU.)

Con una circulación diaria de unos 400 millones de dólares en mercancías, tratándose del cruce terrestre más importante entre ambos países, la manifestación para el gobierno también frenaba la economía. De acuerdo a esto el primer ministro emitió un mensaje donde anunció su apoyo a las empresas del centro de Ottawa que se han visto afectadas por las protestas, llamadas por él “ocupaciones y bloqueos ilegales”.  

La Policía de Ottawa remarcó que su operación no había terminado, aunque dijo haber recuperado el control de una buena parte del terreno donde se ha gestado las protestas, incluida la calle Wellington, donde está el Parlamento y que se ha considerado el núcleo de las manifestaciones desde el 29 de enero.

Por su parte, el jefe de policía interino de Ottawa, Steve Bell, señaló en una conferencia de prensa que los puestos de control permanecen en toda la ciudad.