El comandante de Operaciones Navales de la Marina de Brasil, Leonardo Puntel, aseguró el jueves en una entrevista que, luego de tres meses, el Gobierno de Jair Bolsonaro aún no ha determinado al causante del derrame de petróleo que se extendió hasta las costas noreste y suroeste del país.

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De acuerdo con la declaración del funcionario a la emisora CBN Radio, hay tres investigaciones en curso, pero no se han identificado sospechosos. Una de ellas es llevada por la Policía Federal (PF) en Río Grande do Norte, mientras que las otras dos indagaciones administrativas se desarrollan en la Capitanía de Puertos de Pernambuco y en la Dirección General de Navegación de Río de Janeiro.

Puntel aseguró que “se están haciendo todos los esfuerzos”, pero solo tienen pistas. De momento, las posibles causas son cuatro: Vertido accidental, intencionado, operación 'buque a buque' (un petrolero pasa crudo a otro en medio del mar) o hundimiento de un petrolero.

Por su parte, el director de políticas y acciones integradas del Ministerio de Turismo, Luciano Puchalski, precisó que son inciertas las aseveraciones sobre el daño causado al turismo en el noreste.

Entre tanto, los pescadores, perjudicados a causa de las filtraciones, cuestionan las reglas de ayuda de emergencia propuestas por el Gobierno, pues el pasado miércoles el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento anunció la liberación de 1,996 reales para los trabajadores lesionados por el desastre.

Al respecto, la secretaria ejecutiva nacional de Pastoral de la Pesca, Ormezita Barbosa, expresó que la mayoría de los pescadores y criadores de mariscos permanecen indefensos debido a que no cuentan con el Registro General de Pesca (RGP), requerido para liberar la ayuda.

Considerando esto, la Secretaría de Pesca admitió que este registro es defectuoso y anunció que el Gobierno prepara una nueva inscripción para el 2020.