El Congreso de Brasil aprobó el viernes el presupuesto general del 2024 con el compromiso del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva que mantiene la meta fiscal próxima a cero y establece límites para el gasto público.

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El presupuesto establece que el gasto estatal para el próximo año se elevará a 1.14 billones de dólares, de los que casi el 50 por ciento será reservado para compromisos y vencimientos de la deuda pública.

Para alcanzar la meta de déficit público "cero", la administración de Lula da Silva propone diversas medidas que apuntan a recomponer la recaudación tributaria, afectada en los últimos años por  concesiones fiscales aprobadas durante la pandemia de la Covid-19.

También prevé que la economía del país crecerá en 2024 un 2.2 por ciento con una inflación del 3.5 por ciento y que los tipos de interés de referencia se mantendrán en una media del 10.5 por ciento, frente al 11.7 por ciento.

Según medios locales, la meta del Gobierno para las cuentas públicas es considerada osada por el mercado financiero, que proyecta un déficit de 18.511 millones de dólares para el 2024.

Para lograr el objetivo de equilibrar las cuentas del 2024, el Gobierno de Lula da Silva busca 34.564 millones de dólares en ingresos extraordinarios.

De acuerdo al proyecto, el salario mínimo pasará de 271 dólares a 290 en el 2024.