Cuatro departamentos bolivianos vuelven a las urnas este domingo para decidir en segunda vuelta sus respectivos gobernadores. La Paz, Chuquisaca, Pando y Tarija, son los territorios donde el Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP) buscará consolidarse como principal fuerza política del país.

LEA TAMBIÉN:

Bolivia insta a transparentar compra de vacunas con el mecanismo COVAX

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) inauguró la jornada electoral de este domingo de balotaje en cuatro regiones y prevé resultados estrechos por lo que pidió a las fuerzas políticas a tener paciencia para conocer datos oficiales del cómputo oficial que comenzará esta misma noche.

Indicó que las autoridades que serán elegidas este domingo, las últimas de este proceso, acompañarán a las casi 5.000 que ya fueron elegidas e incluso cientos ya recibieron sus credenciales, reflejando el rigor y la diversidad de la democracia local.

Romero destacó la presencia de observadores electorales de la OEA y de la Unión de Organismos Electorales de América por ser leales acompañantes de las elecciones bolivianas desde hace décadas y rigurosas en la aplicación de sus metodologías de valuación de la integridad de las elecciones.

En la primera elección, ninguno de los candidatos de estas regiones alcanzó el 51 por ciento de los votos o el 40 por ciento y una ventaja de 10 puntos porcentuales respecto al segundo aspirante, requeridos para ganar.

Tras los comicios en primera vuelta, el partido liderado por el expresidente Evo Morales alcanzó la victoria en tres de las nueve gobernaciones y en 240 de las 336 alcaldías del país. Por lo que buscará en esta ocasión consolidar su presencia a nivel de gobernaciones departamentales.

El MAS-IPSP es el único partido con amplia presencia en las estructuras gubernamentales en todo el país, elemento vital para hacer efectivo su papel de primera fuerza política de Bolivia.

El partido de Gobierno volvió al poder luego de que el expresidente Evo Morales sufriera un golpe de Estado que lo obligó a renunciar en noviembre de 2019. Menos de un año después, los bolivianos restauraron al MAS-IPSP en el Ejecutivo a través de las urnas, de la mano del actual mandatario Luis Arce.