Las propuestas más importantes de los dos candidatos a la Presidencia de Uruguay, el abogado Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (centroderecha), y Daniel Martínez, un ingeniero y exalcalde de Montevideo, por el oficialista Frente Amplio (izquierda) son en los temas económicos, educativos y de seguridad social.

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Si bien es cierto, que los principales partidos intentan diferenciarse y marcar un perfil propio, lo que se ha mostrado esta campaña es que son muchas más las similitudes y coincidencias que lo que separa a los principales candidatos.

Tanto Martínez como Lacalle Pou buscan mejorar las condiciones de vida de los uruguayos para evitar los empleos precarios y bajos salarios, una de las mayores preocupaciones de los votantes que mañana acuden a votar por su presidente durante los próximos cinco años.

No obstante,  Uruguay es uno de los países que en la última década ha tenido un desempeño económico destacado, ejemplo de sus bajos niveles de pobreza y desigualdad. 

Actualmente hay más de 600 mil trabajadores, es decir alrededor del 30 por ciento de la población económicamente activa, cobrando salarios menores a 25 mil pesos (unos 650 dólares) y el salario mínimo no llega a los 400 dólares.

Mientras tanto la canasta familiar es de alrededor de 2200 dólares, por lo cual los ingresos de una familia trabajadora son claramente insuficientes.

Propuestas de Martínez

Frente al desempleo creciente y los cierres de fábricas que vienen en aumento, Martínez propone profundizar la matriz extractivista, primarizadora y contaminante.

El candidato frenteamplista buscar "retejer la fractura social y romper la dinámica de grupos criminales" con una "potente presencia del Estado".

En cada zona, el programa buscará generar un impacto a nivel urbano, con la construcción de calles, plazas, espacios deportivos, iluminación, entre otros aspectos.

A nivel habitacional, se plantea la construcción de 5.000 soluciones habitacionales para situaciones críticas; a nivel social, la prioridad será la primera infancia y la juventud.

También bajar el déficit fiscal a un 2 por ciento (desde casi un 5 por ciento) a través del crecimiento económico y "repartiendo aún mejor la riqueza".

Generar 90.000 puestos de trabajo ofreciendo incentivos a 16 sectores productivos que servirán de "motor del desarrollo".

Instalar ocho "Estaciones del Futuro" en distintos puntos del país como enclaves tecnológicos que atraigan empresas innovadoras y fomenten el desarrollo local.

En el terreno de los derechos humanos tampoco ha habido más que decepciones para quienes tenían expectativas en los gobiernos frenteamplistas, como ocurrió con la no anulación de la Ley de Caducidad que garantiza impunidad a los represores de la dictadura.

Martínez, presentó diez propuestas educativas, entre las que se destacan: impulsar la carrera docente universitaria, modificar el bachillerato, crear cinco polos lingüísticos regionales y la extensión del tiempo educativo.

Propuestas de Lacalle Pou

El candidato de centrodera presentó un acuerdo programático titulado "Compromiso por el País" junto a otros cuatro partidos conservadores.

Lacalle Pou propone disminuir el déficit fiscal para reducir el ritmo de endeudamiento y la presión sobre el tipo de cambio, así como realizar una auditoría de gestión que permita identificar eventuales irregularidades en el manejo de los recursos públicos.

Utilizar los ahorros generados en la reducción de tarifas, prioritariamente las de combustibles y electricidad, y avanzar en la competencia en los sectores de telecomunicaciones y energía eléctrica.

Trabajar por una flexibilización de las reglas del bloque del Mercado Común del Sur (Mercosur) relativas a la búsqueda de otros acuerdos comerciales por parte de los Estados miembros.

El candidato de centroderecha propone “establecer el combate frontal al narcotráfico mediante una acción permanente sobre “bocas” de expendio, rutas y puntos de acceso al país, utilizando e integrando todos los recursos disponibles en el Estado”

Se propone “fortalecer el Ministerio de Educación y Cultura” y “los centros educativos”.

En cuanto a lo curricular, se propone una reforma “que abarque la educación desde los 3 hasta los 18 años, y que incluya la formación por competencias”.

También habla de la “regularización de asentamientos y de la creación de Unidades Barriales Sostenibles, incorporadas al tejido urbano y dotadas de los servicios de infraestructura vial, saneamiento, agua potable por cañería y conexión regular a la red de energía eléctrica”.

En cuanto a la organización del Estado se propone, entre otras cosas, “concentrar y reorganizar las tareas de selección, ingreso, inducción y redistribución de funcionarios públicos”.

También se habla de “firmar contratos por resultado con organizaciones que proveen servicios públicos”, así como “humanizar la función pública, mejorando las condiciones de trabajo de los funcionarios”