El Gobierno conservador de Austria aprobó este domingo el confinamiento obligatorio para los millones de ciudadanos que no están totalmente vacunados contra el virus causante de la Covid-19, en medio de un repunte de casos en el país europeo.

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La medida, la primera en el mundo, entrará en vigor este lunes y fue anunciada en rueda de prensa por el canciller Alexander Schallenberg, tras debatir la cuestión con los gobernadores de las nueve provincias durante una conferencia en video.

Las restricciones de salida se limitan en un inicio a diez días. Aquellas personas sin vacunar solo podrán salir de su casa o apartamento por razones urgentes, como ir a comprar alimentos, ir al trabajo o visitar al médico. Se trata del 35 por ciento de la población local.

Schallenberg dijo, sobre la actual situación, "no estamos tomando este paso a la ligera, pero, lamentablemente, es necesario", al tiempo que calificó la situación en el país de "muy tensa".

En adición, el ministro del Interior, Karl Nehammer, anunció en este sentido que el confinamiento estará vigilado por una estrecha red de controles pero ha garantizado que el impacto sobre los comercios será, de momento, mínimo, por mucho que la población confinada solo pueda abandonar su domicilio bajo "circunstancias excepcionales".

Según los datos de este sábado, el total de positivos por el virus causante de la Covid-19 registrados en las últimas 24 horas en el país de casi 9 millones de habitantes sumaron 13.152. Desde el inicio de la pandemia, en 2020, se han registrado 11.687 muertes por Covid-19.

De acuerdo al plan del Gobierno presentado por primera vez en septiembre, el confinamiento para las personas no vacunadas se impondría cuando estuvieran ocupadas 600 camas de cuidados intensivos. Aunque actualmente la ocupación es de 433 plazas, el Gobierno ha dado este paso para evitar un estrés excesivo en las clínicas  y las UCI, debido al alto número de infecciones diarias.