Dos personas murieron y decenas de casas quedaron destruidas en los incendios forestales que arrasan el estado de Queensland, en el norte de Australia, mientras los bomberos viajan desde todo el país y desde Nueva Zelanda para tratar de contener los incendios fuera de control.

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Sobre el fuego en este territorio, el representante de los Servicios de Emergencias y contra Incendios del estado de Queensland, Warren Buckley señaló que "es errático, arde sin control y no está contenido".

Dicho incendio lleva más de una semana activo y ha provocado la muerte de dos personas y destruido más de 50 viviendas.

El primer ministro Anthony Albanese calificó los incendios de "devastadores" en una visita al estado el martes y dijo que el gobierno federal proporcionaría apoyo adicional para hacer frente a lo que estima serán al menos 42.000 solicitudes de asistencia como resultado de la destrucción".

"Son escenas desgarradoras cuando la gente pierde sus casas", dijo Albanese desde la ciudad de Bundaberg, cerca de uno de los grandes incendios. "Este es un período difícil y va a ser un verano difícil.

Debido a esta situación, las autoridades emitieron la alerta máxima de emergencia, para esta localidad y las colindantes, por lo que deben "abandonar el lugar ante el peligro para la vida.

"Es muy trágico. De nuevo le pido a la gente de las áreas afectadas por los incendios que sigan los consejos de las autoridades. Es un período difícil y va a ser un verano (austral) difícil", manifestó el primer ministro australiano, Anthony Albanese, desde Queensland.