Un partido  del fútbol argentino entre el Boca Juniors, el cual se llevaba a cabo en La Plata ante el equipo Gimnasia quedó suspendido a los 9 minutos por graves incidentes fuera del estadio,  incluyendo la muerte de un fanático, luego de que la Policía de Buenos Aires reprimiera a asistentes al encuentro.

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Los gases lacrimógenos lanzados por la Policía de la provincia de Buenos Aires en las inmediaciones del estadio ingresaron al campo de juego y afectaron a varios jugadores, integrantes del cuerpo técnico y el propio público que entró en pánico.

Un fanático del equipo Gimnasia y Esgrima de 57 años murió por un paro cardíaco en medio de la represión de la Policía Bonaerense, mientras se reportó también un centenar de heridos.

En medio de los enfrentamientos que originó la Policía de la Provincia de Buenos Aires con los simpatizantes tras golpear a una menor, Regueiro se descompensó y fue derivado de urgencia al hospital en una ambulancia, pero falleció en el móvil antes de llegar a destino.

De acuerdo al responsable de Seguridad de Buenos Aires, Sergio Berni,  la "responsabilidad de lo sucedido es toda del club organizador del espectáculo", e intentó desligar a la Policía del accionar durante el operativo.

El Gobierno provincial encabezado por Axel Kicillof reconoció que el operativo realizado la noche del jueves "no fue capaz de brindar seguridad a quienes asistieron" e indicó que se ordenó apartar al jefe policial que estuvo a cargo.

Un comunicado de la instancia gubernativa expresa que "El Gobernador instruyó al Ministro de Seguridad para que el Jefe del Operativo sea inmediatamente apartado y para que se pongan todos los elementos a disposición del fiscal que está interviniendo. Vamos a respetar el accionar de la Justicia para que se determinen las responsabilidades de los hechos ocurridos y seremos estrictos con las sanciones de quienes no hayan cumplido su deber".