Argentinos y argentinas celebran este martes el carnaval en medio de una crisis económica y política bajo el mandato del presidente Javier Milei.

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Desde los barrios populares, los argentinos salieron a las calles a disfrutar del carnaval, aunque reconocen que no es igual que otros años y que esta fiesta cultural está atravesada por las políticas de ajustes del Gobierno.

En este sentido la plataforma Página 12 refirió que “el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, que anda de paseo por Europa con su comitiva, decidió reducir la cantidad de corsos que se realizan en la ciudad”.

“El pretexto de que se trata de “cortes de calle” y se busca el “orden”, hace recordar a la última dictadura militar cuando los corsos fueron perseguidos. Las murgas porteñas con una amplia historia de resistencia y orgullo vuelven a salir a las calles. En las murgas el componente racial es manifiesto y nodal  por lo que los gobiernos de derecha siempre decidieron atacar esta fiesta popular”, manifestó Página 12.

El 30 de enero el ejecutivo local había anunciado que “como parte de su compromiso de reordenar las calles de la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de Gobierno bonarense, Jorge Macri, anunció que este año se va a disminuir a ocho el número de corsos por el Carnaval en las calles, y como consecuencia se reducirán también los cortes totales que tanto afectaban a los porteños”.

Ese enunciado había contemplado “la reducción para este año al 64 por ciento. A su vez, de las 111 jornadas en calle que hubo en 2023, ahora sólo quedarán 60. De igual manera, hubo 47 cortes máximos por noche, mientras que este año se permitirán nada más que 27. Del mismo modo, de los 347 cortes totales de calle que hubo en 2023 ahora sólo quedarán 198, es decir un 43 por ciento menos”.

Entre tanto sobre los carnavales en la provincia de Salta el coordinador del ente de Turismo de la municipalidad de Salta, Fernando García Soria, manifestó sobre el consumo en la coyuntura argentina “que la mayoría de las personas estamos evitando gastos que sean innecesarios o tratar de ahorrar lo más que se pueda. En ese aspecto se ha notado en lo que fueron los números del primer mes del año que el turista viene también con esa tendencia. Si bien estaba el gasto en alojamiento, transporte, se notó mucho en lo que es el gasto en actividades y entretenimiento, como que se redujo. La gente priorizó entre hacer una cosa u otra. Es algo propio de la situación económica que estamos viviendo”.

Asimismo agregó que “la incertidumbre económica hace que la gente no se arriesgue a gastar porque no sabe cómo le van a venir las facturas de los servicios de la luz, el gas, qué subas van a tener, no sabe cuándo le van a subir el sueldo" y todo lleva a "un consumo más conservador”.