Los desahucios de inquilinos morosos, que normalmente están prohibidos en Francia hasta el 31 de marzo por la llamada “tregua invernal”, este año tampoco serán posibles hasta el 1 de junio.

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Así lo explicó la secretaria de Estado de Vivienda, Emmanuelle Wargon, este martes en una entrevista, donde dijo que el aplazamiento de dos meses del desahucio está justificado porque “en esta situación de crisis” no se puede permitir que la amenaza de la expulsión penda sobre los arrendatarios.

Además, señaló que "las expulsiones de inquilinos no se pueden detener en Francia" porque también hay que pensar en los propietarios.

El retraso de dos meses, dijo, es para planificar la búsqueda de soluciones, y en particular de alojamientos alternativos.

Las compañías de gas y electricidad no podrán cortar el suministro durante esos dos meses, aunque no se paguen las facturas, como ya ocurre durante la “tregua invernal”, que normalmente se extiende del 1 de noviembre al 31 de marzo. En 2020 se prolongó tres meses más.

Mientras tanto, la secretaría de Estado anunció un dispositivo para mejorar la indemnización de los propietarios "para que sea más rápida y más automática".

Actualmente, los dueños de propiedad no pueden cobrar las mensualidades, pues tienen que acudir a los tribunales para conseguir una decisión de expulsión y después pueden recurrir a las delegaciones del Gobierno, con el objetivo de solicitar una compensación hasta que el Estado ponga los medios para ejecutar la expulsión.

Con ese nuevo dispositivo, será el departamento de Vivienda el que gestionará esa indemnización, y Wargon aseguró que se pondrá "más dinero"