El hielo marino de la Antártida alcanzó una extensión máxima anual de solo 16,96 millones de kilómetros cuadrados (6,55 millones de millas cuadradas) durante el invierno austral, de acuerdo al reporte del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (Nsidc, siglas en inglés) de Estados Unidos.

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“El 10 de septiembre, el hielo marino de la Antártida probablemente alcanzó su extensión máxima anual de 16,96 millones de kilómetros cuadrados (6,55 millones de millas cuadradas). Este es, por un amplio margen, el máximo de hielo marino más bajo del récord de hielo marino de 1979 a 2023”, subrayó el ente.

La extensión del hielo antártico ha sido este invierno austral la menor registrada en más de cuatro décadas, mientras el máximo de este año está 1,03 millones de kilómetros cuadrados (398.000 millas cuadradas) por debajo del mínimo histórico anterior establecido en 1986.

Asimismo Nsidc refirió que “existe cierta preocupación de que esto pueda ser el comienzo de una tendencia a largo plazo de disminución del hielo marino antártico, ya que los océanos se están calentando globalmente y el agua cálida mezclándose en la capa polar del Océano Austral podría continuar”.

El Océano Austral y su hielo marino es un componente importante del equilibrio energético de la Tierra, refleja la luz solar de regreso al espacio y sustenta un rico ecosistema en el borde del hielo, notificó el centro.

De igual manera, el organismo alerta que si la extensión dramáticamente menor del hielo marino continúa hasta el mínimo del verano de 2024 y más allá, una gran parte de la costa antártica quedará expuesta a las olas del océano y al clima marino.

La erosión del hielo costero más perenne y de las plataformas de hielo, traería como consecuencia la desestabilización de la capa de hielo; o una mayor acumulación cerca de la costa, compensando en parte la amenaza del aumento del nivel del mar, y son dos de los peligros de esta situación.