El alcalde de la localidad de Colchane en Chile Javier García, informó este viernes acerca de la dramática situación que se encuentran viviendo más de 1.000 bolivianos varados en la frontera con Chile, en su intento de retornar a territorio nacional debido a la crisis sanitaria generada por el coronavirus.

LEA TAMBIÉN:

Jeanine Añez prohíbe entrada terrestre a más de 500 bolivianos

Un grupo de 480 bolivianos guardan resguardo y cuarentena en un campamento establecido por el Gobierno de facto de Jeanine Añez, en la localidad de Pisiga, mientras más de 700 connacionales, están en territorio chileno durmiendo en carpas improvisadas o en las ruinas de las viviendas rústicas que de la zona.

García, quien ha denunciado esta situación ante la Organización de Naciones Unidas e instituciones de derechos humanos, aseguró que entre las 700 personas que llegaron desde la comunidad chilena de Huara (Provincia del Tamarugal), se encuentran 18 menores de edad, tres mujeres embarazadas y tres personas con capacidades diferentes. Además, califica la actitud de Añez como "irresponsable", haciendo "oídos sordos a esta realidad que es triste; es una tragedia humanitaria”.

Las autoridades de la comuna indicaron que aún hay muchos bolivianos que están llegando hasta este punto fronterizo, tras realizar un viaje a pie a través de la cordillera de los Andes, con un alto riesgo para su vida y su salud.  "Hace algunos días, Carabineros de Chile tuvo que ayudar a un joven que había sufrido un accidente en su camino por llegar hasta este punto de frontera", recalcaron los dirigentes municipales, quienes han solicitado al Gobierno de Chile prohibir la salida de más personas hacia Colchane por temor a un colapso humanitario en la zona.

Desde la alcaldía de Colchane se han escuchado testimonios de personas llorando por hambre, por lo que han demandado una "solicitud judicial a través de un recurso de protección para que la justicia ordene el cierre de las fronteras", pero hasta el momento no existe ningún pronunciamiento oficial al respecto por parte del Gobierno chileno.

Por su parte, el ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, precisó que el Estado ya aprobó un protocolo para tratar a los connacionales que está en la frontera con Chile y aseguró que este procedimiento implica que los repatriados deben quedarse en aislamiento y observación preventiva en el campamento de Pisiga, para poder retornar a sus regiones de origen.