El acuerdo entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la República de Ecuador, alcanzado por dispocisión del presidente Lenín Moreno, establece la reducción de subsidios a combustibles, aumento del tributo reajuste de la masa salarial y reducción del gasto público.

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Según la carta de intención entre Ecuador y el FMI, los seis puntos claves que van a trabajar son la restauración de la "prudencia en la política fiscal", reforzar el sistema financiero, "promover la transparencia y el buen Gobierno", promover a los segmentos pobres y vulnerables, apoyar la creación de empleo y competitividad y fortalecer el marco institucional del Banco Central de Ecuador.

Los mencionados temas importantes en la carta de intención aparentan una supuesta mejoría para el pueblo ecuatoriano, sin embargo, el documento en profundidad indica un próximo aumento del desempleo, un decrecimiento para el país, reforzar la dolarización, aumento en los impuestos, además indica que solo uno de cada dos contratos serán renovados a la fecha de vencimiento.

Por su parte, el expresidente de Ecuador Rafael Correa se ha manifestado a través de su Twitter para advertir sobre las consecuencias en la población de este acuerdo con el organismo financieron internacional. 

"Como era obvio, pese a que el Gobierno trató de ocultarlo, ”acuerdo” con el FMI obliga a quitar casi todos los subsidios, pero a los ricos les eliminarán impuesto a salida de divisas. Los pobres no mandan plata al exterior. Generarán más pobreza, desigualdad y 0 crecimiento", aseguró Correa.

Según el FMI, Ecuador decrecerá -0,5 por ciento durante este año 2019 y el crecimiento económico del país se medirá a partir del próximo año 2020, no obstante, países como Argentina y Grecia son una muestra de cómo los ajustes golpean a la población vulnerable.