Ante los ataques de Estados Unidos y la ultraderecha, Venezuela debe ser reconocido como un país que ha marcado precedente en la región latinoamericana por resistir a la agresión contínua de sus adversarios, consideró el expresidente de Honduras y coordinador del partido Libertad y Refundación (LIBRE), Manuel Zelaya. 

Durante su intervención en el encuentro de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Paz y la Humanidad que se desarrolla en Caracas (capital venezolana), Zelaya resaltó el impulso del gobierno de Nicolás Maduro para mantener el legado de la Revolución Bolivariana que fundó el comandante Hugo Chávez.

“Reconocido como un país agredido pero que se mantiene con pie firme, dando un ejemplo a los demás países del mundo (...) No son extrañas las prácticas de agresiones imperialistas en América Latina", señaló el expresidente hondureño.

Zelaya felicitó el coraje de Venezuela por hacerle frente al imperialismo, “razón por la que en el país del norte lo denuncian”, dijo ante los 50 intelectuales venezolanos y 131 extranjeros citados al encuentro. 

Tras la inauguración del encuentro, los intelectuales destacaron los logros de Revolución de la mano de Chávez.  El vicepresidente de Planificación y Conocimiento de Venezuela, Ricardo Menéndez, sostuvo que “el capitalismo en un modelo fracasado (...) un gran tema es la incapacidad del sistema capitalista: es ineficiente”.

“Esta es una Revolución puesta como un muro de contención contra cualquier atentado contra nuestro pueblo”, acotó.

“El Comandante Chávez advertía que el sistema capitalista es incapaz e ineficiente”. una "lección de Chávez: Si nos ponen contra las cuerdas, iremos a la ofensiva”, recordó Menéndez

Zelaya, quien fue víctima de un golpe de Estado en 2009, dirigido desde Estados Unidos, rechazó nuevamente la injerencia de ese país en Venezuela y fustigó la sancionada ley para suspender visas y congelar activos de funcionarios venezolanos acusados de violaciones de derechos humanos.

Este miércoles, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley que sanciona a funcionarios venezolanos acusados de reprimir durante las acciones golpistas promovidos por la derecha en febrero de 2014, organizada por varios políticos opositores desde Florida, Miami.

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