La delegación venezolana que participa en la 103º Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Ginebra, (Suiza), denunció ante las representaciones de trabajadores en el foro de las Naciones Unidas el plan de magnicidio de la derecha contra el presidente Nicolás Maduro.

El Alto Mando Político de la Revolución Bolivariana presentó el pasado miércoles en Caracas (capital venezolana) pruebas de un plan que atenta contra la vida del Jefe de Estado y en el que están involucrados agentes de la derecha nacional e internacional.

Los dirigentes de la Central Bolivariana Socialista de los Trabajadores de la Ciudad, el Campo y la Pesca (CBST-CC) alertaron en la OIT a los delegados de los 185 países miembros de la organización que se trata de un plan reiterado de factores de la extrema derecha venezolana.

Asimismo sostuvieron que la intención de los involucrados es derrocar el gobierno constitucional elegido el 13 de abril de 2013, en elecciones libres y universales.

Señalaron que dicho plan ejecutado desde el 12 de febrero pasado ha cobrado la vida a 42 personas y provocado 835 personas lesionadas, entre civiles y funcionarios militares y policiales.

Wills Rangel, jefe de la delegación de los trabajadores de Venezuela, explicó que esas acciones terroristas han entrado en una nueva fase, que consiste en el asesinato del presidente Maduro.

Reiteró que Estados Unidos financia a grupos terroristas venezolanos e incluso a paramilitares colombianos ya que Venezuela se ha convertido en el primer objetivo energético por tener las reservas petroleras probadas más grandes del planeta y por su posición geográfica.

Las pruebas que ha presentado el Estado venezolano se encuentran a resguardo de la Fiscalía General del país. El vocero del alto mando político de Venezuela, Jorge Rodríguez, indicó que los miembros de la derecha vinculados al magnicidio no han admitido su participación en los planes desestabilizadores.

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