El Ejército turco no enviará más aviones a zonas cercanas al territorio sirio para atacar al Estado Islámico por el derribo de una aeronave rusa en la frontera con el país árabe.

El avión ruso SU-24 sobrevolaba la nación en zonas cercanas a la limítrofe con Turquía en coordinación con las fuerzas leales al presidente Bashar Al-Assad, cuando ocurrió el incidente el pasado 24 de noviembre. 

Turquía justificó el hecho y denunció violaciones a su espacio aéreo por parte de Moscú desde el pasado Octubre, lo cual fue rechazado por el mandatario ruso, Vladimir Putin, quien asegura que el Gobierno de Ankara está llevando las relaciones bilaterales a un "punto muerto". 

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Sin embargo, ha decidido este jueves suspender las operaciones antiterroristas luego de un consenso con Moscú para avanzar hacia la definición de una estrategia que alivie la tensión militar, informó el  primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.

Davutoglu asegura que entre ambos países se están dando las conversaciones necesarias para limar las asperezas.  Mientras que el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, dijo que Kremlin ha cortado "todos los canales de comunicación con los militares turcos”.

El portavoz ruso explicó que Ankara se ha negado a entregar  "cualquier material relacionado con este incidente, y no ha visto una disculpa pública, una promesa de reparación o de castigo a los culpables”.

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