Los sursudaneses podrían enfrentar una tragedia humanitaria en la temporada de lluvias, advirtió un alto responsable de las Naciones Unidas, que exigió a la comunidad internacional más ayuda para el país.

"Enfrentamos la posibilidad de una situación catastrófica en materia de seguridad alimentaria (...). No utilizamos la palabra 'hambruna' pero es lo que está en el horizonte", afirmó el jefe de operaciones humanitarias de la ONU, John Ging.

Ging también alertó sobre un posible caos en la región de Darfur por lo que pidió colaboración humanitaria. “Con tanta crisis alrededor del globo, Darfur no está donde debería estar en términos de atención", dijo.

Indicó que en el país hay 6,1 millones de personas que necesitan ayuda humanitaria, un 40 por ciento más que hace un año cuando se desató la violencia y advirtió sobre el "rápido deterioro" de la situación.

Los problemas se concentran en la región de Darfur, donde la violencia ha desplazado a la mayoría de la población y medio millón de niños sufren malnutrición o inseguridad alimentaria.

La violencia que comenzó en Sudán del Sur a mediados de diciembre por los enfrentamientos entre los seguidores del presidente Salva Kiir y los insurgentes del exvicepresidente, desplazó a millones de personas de sus casas. Al menos 250 mil se encuentran refugiadas entre Uganda, Etiopía, Kenia y Sudán.

El jefe de operaciones humanitarias, explicó que la recaudación de fondos de la ONU para Sudán y Sudán del Sur no ha sido próspera. El organismo solo consiguió un 24 por ciento del objetivo fijado, por lo que es necesaria "una respuesta más generosa de la comunidad internacional".

Ging consideró "muy urgente" movilizar fondos internacionales y advirtió que en lo que va de año solo 3 por ciento de las necesidades de financiación han sido cubiertas.

Los enfrentamientos han dejado más de 300 mil muertos y ha obligado a 2,7 millones de personas a abandonar sus comunidades, precisan datos de la ONU.