Siria denunció ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el sufrimiento de los niños sirios como consecuencia de los ataques de bandas terroristas en su territorio. 

El embajador permanente de ese país Bashar al-Jafari ante la ONU instó a la organización a realizar una profunda investigación para esclarecer el secuestro de cientos de niños sirios por grupos terroristas financiados por países extranjeros.

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El tema fue abordado por Al- Jafari luego de que la ONU difundiera recientemente un informe sobre los niños y los conflictos armados, en el cual ignoró por completo el sufrimiento que viven los niños en los altos de Golán sirio debido a las condiciones forzadas e impuestas por la ocupación israelí.

"Las autoridades del régimen israelí continúan con la detención arbitraria de ciudadanos sirios y el robo de los recursos naturales en las alturas del Golán, haciendo caso omiso a las legítimas decisiones internacionales", aseveró al-Jafari. 

Como "negligente" calificó la inacción del organismo internacional ante el funcionamiento del Centro de Operaciones Militares (MOC), instalado en la ciudad jordana de al-Karak, donde según él se fragua y organiza parte de la agresión contra el pueblo sirio.

Según Al-Jafari, este centro cuenta con la asesoría de varios servicios de inteligencia árabes y extranjeros, y desde allí se movilizan miles de individuos -bajo el nombre de "oposición moderada"- para desatar el terror y la violencia contra los niños y la población siria. 

Siria reiteró su denuncia a varios países de la región, incluidos Arabia Saudita, Qatar y Turquía, de financiar a los grupos terroristas que intentan derrocar al Gobierno presidido por Bashar al-Assad.

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En contexto

Siria, desde marzo de 2011, sufre una gran crisis provocada por grupos terroristas que reciben apoyo de algunos países regionales y occidentales, como Turquía, Qatar, Arabia Saudita y EE.UU., con el objetivo de derrocar el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.

Entre marzo de 2011 y febrero de 2015, unas 210 mil 60 personas han muerto, de las que 65 mil 146 corresponden a civiles, incluidos 10 mil 664 niños, indicó un organismo sirio de derechos humanos.