El fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions, amenazó este lunes a las "ciudades santuario", que se nieguen a cooperar con las acciones federales para deportar migrantes, con un recorte de cuatro mil millones de dólares en fondos.

"Hoy quiero urgir a estados y jurisdicciones locales a cumplir con las leyes federales como condición para recibir fondos", instó el ultraconservador desde la Casa Blanca, en referencia a las conocidas "ciudades santuario".

Sessions precisó que el polémico estatuto número 1373 determina que las "ciudades santuario" para recibir fondos de origen federal no pueden adoptar normas locales que limiten la comunicación de información sobre la situación migratoria de los individuos o de lo contrario "resultará en la retiradas de fondos".

Esta política de adoptar normas locales para impedir la aplicación de leyes migratorias federales "no puede continuar", insistió Sessions. "Hace a nuestra nación menos segura porque deja en las calles a peligrosos criminales", afirmó.

Agregó que las leyes estadounidenses de migración "determinan que EE.UU. debe remover rápidamente del país a extranjeros que han sido condenados o arrestados por ciertos crímenes".

El presidente de EE.UU., Donald Trump, establece en sus polémicas directrices al departamento de Seguridad Nacional la contratación de 15 mil nuevos agentes y extiende la posibilidad de aplicar las expulsiones inmediatas a la mayor parte de los irregulares, como parte de sus acciones para cumplir su promesa de deportar 11 millones de indocumentados, la mayoría hispanos.

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