Distintas estrategias se están aplicando en Venezuela para promover saqueos, disturbios y protestas improvisadas en varias zonas del país, algunos de ellos tienen a dirigentes políticos del partido de oposición Voluntad Popular como operadores directos.

En los últimos días se han registrado focos violentos expresados en saqueos que han cumplido con la labor de irritar a la opinión pública con imágenes que pretenden mostrar que Venezuela "necesita" ser intervenida por "razones humanitarias".

Estas acciones violentas son difundidas ampliamente por redes sociales y utilizadas bajo las premisas del hambre y la estigmatización de los Comités Locales de Abastecimiento y Distribución (CLAP), sistema de emergencia creado por el Gobierno para la distribución directa al pueblo (sin intermediarios) de productos regulados.

Actualmente la derecha apuesta a la caotización total como ha denunciado el presidente Nicolás Maduro, al mostrar un escenario de conflicto en el acceso a los alimentos, sea por la vía de la exacerbación de su desvío a mafias del bachaqueo y al sector comercial o por la simplificación de los esquemas de distribución para agudizar las colas en centros de abastecimiento de mediano y gran tamaño.

Tres ejemplos de saqueos selectivos

1.- Los racionamientos del servicio eléctrico aplicados por el Gobierno a finales de abril fueron aprovechados en el estado Zulia (occidente) en los municipios Maracaibo y San Francisco para ejecutar saqueos en 70 locales. Según el gobernador de esa entidad, Francisco Arias Cárdenas, más de 80 personas fueron detenidas por estar involucradas en los saqueos de locales de alimentos, electrodomésticos, cosméticos, farmacias y de ropa.

El financista de estos saqueos fue un dirigente del partido opositor Voluntad Popular. Uno de los detenidos en la jornada de saqueos aseveró que Lester Toledo (diputado regional en el Zulia y dirigente de Voluntad Popular) y otros partidos de la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) estaban pagando entre 50 y 60 mil bolívares por persona (cerca de 100 mil dólares) para organizar estos hechos de violencia, informó el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, M/G Gustavo González López.

2.- Otro ejemplo fue cuando los estudiantes de la Universidad de los Andes (ULA) en Mérida iniciaron una protesta el pasado 9 de mayo en la que exigían al Gobierno nacional alimentos para los comedores pero la exigencia, que se extendió hasta el 10 de mayo, registró un saqueo a un comercio en el centro de Mérida. Lo curioso es que el saqueo no fue a una tienda de alimentos sino a "Mega Blumer", un comercio de ropa interior.

La policía le incautó a los cinco hombres detenidos cajas de ropa interior para caballero y para damas, ropa interior suelta, morrales, canilleras, medias deportivas, franelas y los puntos de venta del comercio.

3.- Este 9 de junio en Caracas se difundió la noticia del saqueo registrado en Petare, un barrio en el municipio Sucre del estado Miranda (centro), en donde un camión fue asaltado al medio día y otro en la urbanización La Urbina, de ese mismo municipio, cuando un grupo ingresó a la panadería “Duri”  para llevarse una serie de artículos.

La corresponsal de teleSUR, Madelein García, entrevistó a un trabajador de la panadería quien aseguró que los individuos se robaron la caja registradora y los pesos electrónicos de la panadería pero que no tomaron ningún tipo de comida. 

Hoy hubo focos d violencia y saquearon una panadería en la Urbina lo extraño es que no se llevaron alimentos escuche pic.twitter.com/bGtY34CcDs

— Madelein Garcia (@madeleintlSUR) 9 de junio de 2016

Todas estas tácticas se venden en el extranjero como parte de un expediente para criminalizar al Estado venezolano por la ruta de los derechos humanos y de mostrar que los saqueos en Venezuela se dan porque hay hambre pero se ha demostrado que son financiados por operadores de la derecha local, son actos de vandalismo porque en los locales saqueados se llevan el dinero pero no comida.

La crisis humanitaria es un tema que a diario muestra la cartelera mediática global con noticias sobre actos violentos relacionados con protestas ciudadanas y espontáneas de modo que se vea como algo regular en la vida cotidiana del país.

El analista político internacional Jesús Ernesto Parra explicó a teleSUR que se trata de una campaña mediática internacional para agudizar la guerra económica que "busca generar en el ámbito perceptual del pueblo venezolano una ansiedad capaz de llevar al punto de masa crítica, angustia y zozobra".

El dato: Masa crítica es en sociología una cantidad mínima de personas necesarias para que un fenómeno concreto tenga lugar.

En este sentido, especificó cómo los corresponsales de las agencias de información Reuters y AFP actúan en matrices específicas para sus reportajes de Venezuela con temas como "crisis humanitarias, violación de derechos humanos, y usan medias verdades en una técnica comunicacional que se llama 'comunicación dirigida', aquella que intenta persuadir para generar acciones directas de la sociedad".

Parra señaló que detrás de esta campaña de los grupos mediáticos internacionales (con operadores locales de máxima capacidad de movilización y difusión de matrices), están los intereses económicos internacionales que van por la salida del actual Gobierno venezolano, es decir, "detrás del grupo Semana en Colombia está la familia Santos, detrás de El País en España está el grupo Prisa y los intereses de la OTAN, detrás del grupo Clarín en Argentina está Goldman Sachs".