El presidente ruso, Vladimir Putin, y su canciller, Serguéi Lavrov, elaboran un conjunto de propuestas dirigidas a solventar la crisis que se vive en el este de Ucrania, donde multitudinarias manifestaciones y el Parlamento de Crimea demandan su adhesión a Rusia, mientras Estados Unidos y el Gobierno de facto en Kiev reclaman la no intervención de Moscú.

"Hemos preparado, junto con el Consejo de Seguridad de Rusia, nuestras propuestas en respuesta (a los señalamientos de EE.UU.). Éstas serán presentadas a Washington y estarán fundamentadas en el derecho internacional, tomando en cuenta los intereses de todos los ucranianos sin excepción", señaló Lavrov.

Luego de una reunión de trabajo con Putin, el Canciller destacó que los planteamientos valoran el contenido del documento que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dirigió a Moscú, en el que describe el punto de vista de EE.UU. sobre la crisis en Ucrania.

Al respecto, Lavrov aseveró que Moscú “no puede estar conforme con su contenido, ya que el documento describe la situación en Ucrania como un presunto conflicto entre Rusia y Ucrania”.

Además, el Kremlin rechaza que la concepción de las propuestas de EE.UU. (cuyo contenido no reveló) se basen en "hechos consumados" y pidan "tomar como punto de partida la situación creada por el golpe de Estado" en Ucrania, un acto que Washington considera como una “revuelta popular” contra el depuesto presidente Víktor Yanukóvich.

"Confío en que después de ello podremos entregar las propuestas a nuestros socios a fin de continuar el diálogo", enfatizó el jefe de la Diplomacia rusa.

Además, el Ministro de Exteriores adelantó que La Unión Europea ha planteado a Rusia y EE.UU. “unir esfuerzos para encontrar conjuntamente las vías de solución a la situación en Ucrania” que sean "aceptables para todos".

Por otro lado, la Cancillería rusa cuestionó las declaraciones del enviado permanente de EE.UU. a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Daniel Baer, que pidió a Rusia “ayude a garantizar el acceso a Crimea de observadores militares”.

"Asombra la formalización de la cuestión, la dirección de la petición es errónea. Las actividades de supervisión de la OSCE en Crimea deberán ser acordadas con las autoridades legítimas de Crimea", reseña un comunicado oficial de Moscú.

Por último, el documento expone que Estados Unidos debería prestar más atención a “incidentes verdaderamente peligrosos e impredecibles”, como la proliferación descontrolada de armas sustraídas de almacenes militares e informes sobre la desaparición de varias decenas de sistemas de defensa aérea portátiles.