Rousseff: Oposición usa crisis para provocar golpe de Estado
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, advirtió el miércoles que está enfrentando una amenaza de impugnación y llamados a renuncia por parte de políticos opositores, lo cual calificó de “una versión moderna de golpe de Estado”.
Rousseff subrayó en una entrevista concedida a una radio local que sectores de derecha buscan aprovechar el desequilibrio económico por el que pasa la nación para provocar su salida de la Presidencia.
"Brasil tiene solidez institucional. De todos los países que pasaron por dificultades, no se vio a ninguno proponiendo la ruptura democrática como forma de salida de la crisis", enfatizó la jefa de Estado.
La mandataria anunció el lunes un conjunto de medidas para equilibrar el presupuesto del año 2016 con un ajuste de 26 mil millones de reales (unos seis mil 700 millones de dólares).
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El objetivo del reajuste es disminuir gastos y buscar nuevas fuentes de ingreso. La corresponsal de teleSUR en Brasil, Adriana Robreño, acotó que el Estado restaurará los impuestos sobre el tributo y las transacciones bancarias tal como se había hecho antes del 2007.
No obstante, estas medidas no han sido bien vistas en el seno de Congreso, donde posiblemente parlamentarios opositores las rechacen, según un vocero del Grupo Euroasia.
La firma empresarial de evaluación de riesgo político indicó en un comunicado que los diputados obligarían a Rousseff “a buscar otras fuentes de ingreso que no requieran aprobación legislativa".
"Querer utilizar la crisis como un mecanismo para llegar al poder sería una versión moderna de golpe (de Estado)", afirmó Rousseff.
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El ministro de Finanzas, Joaquim Levy, indicó que implementarán nuevos mecanismos para aumentar la recaudación fiscal en unos 10 mil millones de dólares a fin de estabilizar las finanzas públicas y recuperar el apoyo de los inversionistas; además de cubrir un déficit de ocho mil millones dólares en el presupuesto del año entrante.
La agencia Standard & Poor’s decidió rebajar la calificación de la deuda brasileña al nivel de “bono basura”, dada la situación de la economía. Rousseff respondió recordándole a la empresa que su país “es mucho mayor que una nota de crédito”.
“Muchos países en esta década pasaron por situaciones difíciles y tuvieron sus notas de riesgo rebajadas. Ya pasó con Estados Unidos, con Francia, Italia, España y ahora pasa con Brasil”, recalcó la dignataria, tras asegurar que así como todos han vuelto a crecer, la nación volverá a crecer.
Contexto
Dilma Rousseff fue acusada por el excandidato presidencial Aécio Neves del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de corrupción, aunque ha dicho a los medios que no cuenta con pruebas contra la mandataria.
La derecha nacional ha querido culpar a Rousseff del caso de corrupción descubierto en la estatal Petrobras. Unos 50 legisladores del Senado y la Cámara están siendo investigados por su presunta vinculación en hechos ilícitos, y han intentado involucrar a la mandataria.
Recientemente, expertos en política internacional y diversos sectores sociales aseguraron que las acciones de la oposición buscan derrocar el Gobierno constitucional.
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