La veda electoral pone fin a la campaña proselitista hasta después de realizadas las elecciones generales del domingo.

Dicha veda propagandística, según su definición, procura la libre reflexión del elector y entró en vigor a la medianoche del jueves, con el cese de todo acto "de propaganda proselitista en la vía pública, o en locales abiertos al público o en medios de difusión".

La medida también prohíbe en este período, entre otras cosas, la difusión de encuestas o "cualquier tipo de manifestación o exhortación dirigida a influir en la decisión" del elector.

Fuentes oficiales anunciaron que unos dos mil policías trabajarán durante la jornada electoral, tanto en la custodia de las urnas, como en tareas de orden público y unos tres mil 800 militares apoyarán a la Corte Electoral en los circuitos electorales de todo el país.

Más de dos millones 600 mil uruguayos están habilitados para votar por presidente, vicepresidente, 30 senadores y 99 diputados.  Si el candidato de mayor votación no alcanza la mitad más uno de los votos, habrá una segunda vuelta el próximo 30 de noviembre entre los dos más votados.

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