El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, William Hague, anunció este martes que volverán a abrir su sede diplomática en la capital iraní, Teherán, al considerar que la nación persa ha brindado “todas las condiciones adecuadas” para ello.

En una declaración enviada al Parlamento, el Canciller destacó el deseo de Londres de normalizar las relaciones diplomáticas con Teherán, después que la legación fuese cerrada en el año 2011, tras el asalto al edificio por parte de un grupo de estudiantes islámicos.

Al respecto, el jefe de la diplomacia británica justificó que su Gobierno siempre consideró normalizar las relaciones, en cuanto se dieran las circunstancias apropiadas.

"Nuestras dos principales preocupaciones a la hora de considerar la apertura de nuestra embajada en Teherán eran el tener la garantía de que nuestro personal tuviera seguridad y la confianza de que pudieran cumplir sus funciones sin obstáculos", explicó.

De igual manera, calificó a Irán como un país importante que está en una "zona volátil" y resaltó que “mantener embajadas en el mundo, incluso en circunstancias difíciles, es un pilar de la política exterior del Reino Unido”.

Esta decisión de Londres coincide con el aumento de la tensión en Irak por el avance de los radicales islámicos y la disposición del Gobierno iraní de prestar ayuda a las autoridades del país vecino.

En 2013, Londres había iniciado el proceso para mejorar las relaciones con Irán, con el nombramiento de un Encargado de Negocios.

En noviembre de 2011, un grupo de estudiantes islámicos asaltó la embajada británica en Teherán. Sin embargo, la llegada al poder del nuevo presidente iraní, Hassan Rouhani, ha ayudado a mejorar las relaciones de ese país con Occidente.