Tras el paso del huracán María por Puerto Rico hace casi una semana, la población enfrenta una crisis humanitaria que puede agravarse por la demora en el arribo de la ayuda humanitaria enviada desde Estados Unidos (EE.UU.).

El Gobernador de la isla, Ricardo Roselló, solicitó asistencia financiera al Gobierno de EE.UU., pero el procedimiento para su aprobación y entrega parecen estancados ante la necesidad de los habitantes.

Los puertorriqueños expresaron que las dificultades se centran en el acceso a alimentos, el agua, el transporte, las comunicaciones y a la energía eléctrica.

Roselló indicó que muchos de los 13.000 policías que operan habitualmente en el país todavía no han podido acudir a sus puestos de trabajo debido a los problemas de comunicación.

Según la firma consultora AIR Worldwide, el huracán María, que provocó la muerte a una decena de personas en la isla, dejó entre 34.000 y 72.000 millones de pérdidas.

Miles de personas han intentado salir de Puerto Rico hacia otras naciones ante la situación y se han registrado denuncias en el alza de los precios del pasaje por algunas aerolíneas.

Por otro lado, el presidente estadounidense Donald Trump aseguró que viajará a la isla el próximo 3 de octubre, casi dos semanas después del ciclón, ante las críticas por demorar el envío de ayuda al país.

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