El trabajador de la empresa Sema Group Telecoms, Neil Papworth, acudió en 1992 a Vodafone UK, cliente de Sema, para instalar y configurar un software para el envío de mensajes de texto corto a los "buscas" (dispositivos de telecomunicaciones que reciben mensajes de texto).

Papworth envió a un directivo que estaba en una fiesta navideña de Vodafone el mensaje de "Feliz Navidad" para probar el software, la respuesta automática del sistema: "El mensaje fue enviado", le confirmó que había funcionado. 

Sin embargo, el directivo comprendió el potencial de aquella funcionalidad entonces muy secundaria de las redes GSM. 

Como el usuario no podía contestar los SMS (short message service o servicio de mensajes cortos), los gigantes de las redes, incluido Nokia, desarrollaron un sistema que permitía una comunicación en dos sentidos de esos mensajes de texto.

Se pasó entonces de los MT- SM (Mobile Terminated- Short Message) que eran los mensajes que inicialmente podían llegar al terminal de usuario y listo, a los MO- SM (Mobile Originated), estableciendo la base para que el usuario pudiera responder. 

El primer teléfono con el cual el usuario podía escribir y enviar fácilmente un mensaje de texto (SMS) fue el Nokia 2010 surgido en 1994. Hasta que llegó este aparato los mensajes solo se podían escribir desde dispositivos fijos.