Al menos 1500 presos palestinos en prisiones israelíes, en huelga desde el pasado 17 de abril, comenzaron el miércoles a rechazar la ingesta de agua, informó la agencia de noticias palestina Maan.

Los presos, que se encuentran aislados en la cárcel de Ramla, se niegan a beber agua, indicó el comité conjunto de la Sociedad de Prisioneros Palestinos y el Comité Palestino para los Asuntos de Prisioneros.

Al respecto, el director del comité Palestino para los Asuntos de Prisioneros, Issa Qaraqe, manifestó que en los centros penitenciarios de Israel "han seguido aumentado las medidas punitivas" contra los detenidos en huelga.

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Por su parte, el ministro de Seguridad Pública de Israel, Gilad Erdan, dijo la semana pasada que su país no está dispuesto a negociar con los presos palestinos que permanecen en huelga de hambre.

"Son terroristas y asesinos encarcelados que están recibiendo lo que merecen, y no hay motivos para negociar con ellos", declaró Erdan.

En apoyo a los 1500 detenidos en huelga de hambre el pueblo palestino comenzó este jueves una huelga general. En el centro de Ramalá, Cisjordania ocupada, las calles se encontraban vacías, el transporte en huelga y las tiendas cerradas.

Los palestinos presos denuncian las detenciones sin juicio y el aislamiento, así como la restitución de algunos derechos que les habían sido retirados. 

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