Más de ochocientos reos palestinos en Israel alcanzan los 40 días en huelga de hambre en exigencia de mejores servicios, ante las pésimas condiciones de encierro que denuncian.

"Los israelíes no están reaccionando de manera positiva", dijo el portavoz de la Comisión de Asuntos de los Prisioneros y Exprisioneros, Akram Ayasa, en conversación con la agencia EFE.

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Ayasa indicó que no hay vías de comunicación entre ambos, por lo cual no avizoran mejorías en las condiciones de los reclusos en huelga, que son hasta 1.600 según los datos de las autoridades palestinas.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha advertido sobre el deteriorio de la salud de los huelguistas ante los 40 días consecutivos sin ingerir alimentos.

"La situación es verdaderamente preocupante", dijo Ayasa y aseguró que un día antes 182 presos fueron trasladados a centros médicos para evaluar su salud.

La protesta exige una mejora de las condiciones de encierro, que pasa por ampliar el régimen de visitas de familiares y terminar con el aislamiento y las detenciones administrativas, que permiten a las autoridades israelíes detener sin cargos ni juicios por tiempo indefinido.

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Entre otras demandas, los palestinos piden el cese de las torturas y el acceso a educación.