El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, aceptó este jueves que la Oficina del Defensor del Pueblo se encargue de investigar sus cuentas bancarias, después de que fuera acusado de corrupción por su más grande adversario, según informó su portavoz. 

"El presidente no tiene nada que ocultar", expresó el portavoz de la Presidencia Ernesto Abella en un comunicado, luego de que se confirmara que el organismo había abierto una investigación sobre los movimientos bancarios del mandatario y su familia antes de asumir la presidencia del país el 30 de junio de 2016.

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Abella también señaló que Duterte "respeta los procesos internos de la Oficina del Defensor del Pueblo como un organismo independiente y confía en su imparcialidad en el cumplimiento de su deber de investigación".

Fue el senador Anonio Trillanes, acérrimo adversario del mandatario filipino en la Cámara Alta, quien hizo la denuncia y señaló que Duterte había ocultado a Hacienda millones de dólares entre 2006 y 2015.

esta semana, la Oficina del Defensor del Pueblo explicó que recibió registros bancarios del presidente y sus familiares con transacciones valoradas en al menos 20 millones de dólares en las últimas dos décadas.

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