El primer ministro de Francia, Manuel Valls, reclamó este jueves aplicar sanciones implacables contra los miles de manifestantes que continúan protestando en rechazo a la reforma laboral impuesta por el Gobierno de François Hollande.

El mandatario francés manifestó su disposición de no renunciar y darle continuidad al proyecto de reforma laboral que favorece al empresariado y perjudica a los trabajadores.

La ley, elaborada por la ministra de Trabajo Miriam El Khomri, provocó malestar en Francia y causó nuevas huelgas. El proyecto de ley impulsado por el Gobierno es considerado por los sindicatos franceses como demasiado liberal.

El jefe de Gobierno expresó que los opositores pretenden parar los principales puertos, refinerías y aeropuertos. En este sentido, anunció estar dispuesto a eliminar por la fuerza los bloqueos.

“Si no hubiera habido el proyecto de ley, no habrían existido las manifestaciones ni los episodios de violencia”, replicó Jean Claude Mailly, número uno del sindicato contestatario Fuerza Obrera (FO). 

El Gobierno de Hollande atraviesa una fuerte crisis económica a solo un año de las elecciones presidenciales. El jefe de Estado presentó un plan de emergencia nacional contra el desempleo, cuyo cálculo de crecimiento es del 1,5 por ciento para 2016, considerado un déficit económico.

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