El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, calificó de irrespetuosa la reacción del primer ministro británico, David Cameron, quien tildó de "ridículo" el dictamen de un grupo de trabajo de las Naciones Unidas sobre la situación del fundador de WikiLeaks, Julian Assange. 

"Lamentamos muchísimo unas declaraciones de esa naturaleza: que se le diga ridícula a una decisión de un grupo de trabajo sobre derechos humanos y a lo que el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha decidido”, dijo el canciller ecuatoriano a la prensa local. 

Cameron rechazó el dictamen que el pasado 5 de enero emitió el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU, que exige a Reino Unido y a Suecia poner fin a la privativa de libertad del periodista australiano, asilado en la embajada ecuatoriana en Londres desde 2012. 

Patiño consideró las declaraciones del primer ministro británico de inapropiadas y recordó que además del grupo de trabajo de la ONU, el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, declaró que es "necesario que Suecia y el Reino Unido corrijan sus errores y dejen en libertad a Julian Assange”.

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“Ahora, si eso considera el señor Cameron que es ridículo…a mi lo que me parece que es ridícula es su reacción y que es irrespetuosa”, aseveró el canciller ecuatoriano. 

En ese sentido, Patiño comentó que a gobiernos como el británico les parece ridículo acatar una decisión de la ONU cuando va "en su contra". 

"Todo el mundo tiene que acatar las decisiones de la ONU cuando le gustan a Gobiernos como el británico", pero en caso contrario, cuando se trata “de una detención arbitraria, la decisión es ridícula”, dijo el ministro ecuatoriano. 

“Qué buena manera de irrespetar a las Naciones Unidas que tiene ese Gobierno”, apostilló Patiño.

Sugirió además a Cameron pensar bien lo que hace y "darse cuenta del ridículo que está haciendo, así como de la vergüenza que está haciendo pasar a su sociedad". 

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Ecuador mantiene la decisión de proteger a Assange pese a las acciones de Suecia y Reino Unido que intentarán interrogar al periodista. Además, han sostenido que colaborarán con el fundador de WikiLeaks en la batalla legal que libra desde 2010, cuando fue detenido en Londres acusado de supuestos por delitos sexuales. 

Assange se ha rehusado a entregarse debido al riesgo de que Suecia lo extradite a Estados Unidos, donde podría afrontar un juicio militar y hasta pena muerte por revelar documentos de seguridad relacionados con el espionaje masivo que la NSA realiza en el mundo.  

El periodista se refugió el 19 de junio de 2012 en la embajada de Ecuador, país que le concedió asilo, ante la negativa de Londres de darle un salvoconducto diplomático para ir a Quito.