El papa Francisco insistió este sábado en su llamado para atender las necesidades de los más vulnerables, entre ellos, los inmigrantes y los pobres. 

En su homilía durante la misa de vigilia antes del Domingo de Resurrección, el sumo pontífice recordó a todos aquellos que son víctimas de las "tantas injusticias inhumanas" y que "ven crucificada su dignidad".

Además, el máximo líder de la Iglesia católica recordó el sufrimiento de María, la madre de Jesucristo, y María Magdalena, cuando acudieron a su tumba tras la crucifixión.

"En sus caras podemos ver reflejados a todos los que, caminando por las calles de nuestras ciudades, sienten el dolor de la pobreza, la pena nacida de la explotación y el tráfico de personas", lamentó el papa. 

Para Francisco, los rostros de esas mujeres son los rostros "de los que son recibidos con desdén porque son inmigrantes, privados de país, casa y familia".  

>> OIM: Refugiados son vendidos en "mercados de esclavos" en Libia

La "Resurrección", según Francisco, puede hacernos superar "nuestros calculados mundos conceptuales que nos alejan de la vida, en nuestras obsesionadas búsquedas de seguridad y en desmedidas ambiciones capaces de jugar con la dignidad ajena".