La arremetida estadounidense contra la soberanía rusa no tiene límites a la hora de enquistar planes para sabotear al Gobierno constitucional del presidente Vladimir Putín bajo la “figura” de desobediencia civil y armada, caso reciente: Ucrania.

Ucrania ahora bajo el régimen del presidente Petró Poroshenko, sigue siendo la punta de lanza para los frecuentes ataques desde la frontera con el único propósito de debilitar a Rusia económica y políticamente. Las recientes sanciones provenientes de occidente han traído como consecuencia la baja de petróleo, Putín en su última alocución por el año 2014 advirtió que las reservas por 400 mil millones de dólares doblegan cualquier economía.

Ahora bien el territorio ucraniano no sacia las ansias de poder de EE.UU. para atacar por el este a Rusia sino que se ha valido de los países bálticos constituídos por: Letonia, Estonia y Lituania para acentuar las maniobras militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Equipamiento militar báltico

El presidente Vladimir Putín ha reafirmado su posición de defender a Rusia, pues a raíz de que el pasado ocho de diciembre demostró su músculo militar con la nevegación de 22 barcos de guerra rusos por el mar Báltico, Lituania manejada por EE.UU. cayó en las garras del temor e incrementó las compra de armas al propio EE.UU., Canadá, y Francia.

Estonia no conforme con la adquisición de 40 lanzamisiles suelo-aire Stinger por un monto de 50 millones de dólares, aumentó sus gastos militares con el contrato militar más impactante, con la compra de 44 vehículos de combate CV90 y seis carros Leopard por 170 millones de dólares el pasado nueve de diciembre en Holanda.

 En este orden Letonia obtuvo 123 vehículos de combate en Gran Bretaña (Reino Unido) que costó 60 millones de dólares en agosto pasado, a su vez, en noviembre acumularon más armamento con la firma de un acuerdo por parte del ministro de Defensa estonio Sven Mikser con Suecia para quiparse con 800 sistemas anticarro Carl Gustav y unos 100 camiones.

Polonia también ha sido proveedor de un sistema de defensa antiaérea GROM por unos 40 millones de dólares y además falta por desembolsar otros 25 millones de dólares para completar con misiles Javelin de marca estadounidense.

Gasto militar

Todo esto suma un gasto militar de 375 millones de dólares que al parecer no parece suficiente ofensiva cuando el analista lituano Aleksandras Matonis expresó que los países bálticos no alcanzaría a responder eficientemente y por tanto la OTAN tendría que intervenir en un supuesto conflicto.

“ En el peor de los casos, si hubiera una agresión contra los países bálticos y que los planes de defensa de la OTAN se activaran, los aliados necesitarían cierto tiempo de respuesta. Los países tienen que hacer frente y rechazar el primer ataque con sus propios medios de defensa” afirmó el analista.

Rusia que sí ha dicho abiertamente que no ataca sino que defiende sus intereses soberanos, el mandatario Vladimir Putín se preguntó ¿quién es el que de verdad provoca? Aún cuando Rusia habiendo suspendido el sobrevuelo de aviones caza y en efecto retomarlos hace dos meses, la OTAN continuó el tráfico de vuelos cargados de armas nucleares por cielo ruso.

Vea: “Putin asegura que Rusia está preparada para defender su soberanía”