PKK asegura que no depondrá sus armas ni se retirará de Turquía
El dirigente del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak, Cemil Bayik, advirtió el jueves que los combatientes en Turquía no depondrán sus armas ni dejarán de defenderse de los ataques del Gobierno.
"Los combatientes de PKK nunca entregarán sus armas ni se retirarán de Turquía, mientras Ankara siga con sus operaciones contra posiciones del PKK en el norte de Irak", aseguró Bayik durante una entrevista concedida a la televisión kurda Med Nûçe en Bélgica.
El líder del PKK en Irak recalcó que nada ni nadie puede obligar a las fuerzas del PKK a “bajar sus armas” ni abandonar Turquía. "Eso es una pregunta fuera de lugar", criticó.
En el pasado, recordó Bayik, el partido del Consejo Ejecutivo de la Unión de Comunidades del Kurdas (KCK) instó a los rebeldes kurdos a reiterarse de Turquía, pero la invitación no tuvo ningún efecto en medio del proceso de paz entre las fuerzas del PKK y el Ejecutivo.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aseveró el miércoles que las fuerzas de seguridad de su país continuarán bombardeando a los rebeldes del PKK "hasta que no quede ni un solo terrorista".
Los enfrentamientos entre el Ejército y las fuerzas kurdas se agudizaron desde el atentado suicida que los kurdos atribuyen a Ankara, ocurrido el pasado 20 de julio durante un mitin de activistas en la ciudad Suruç (fronteriza con Siria), que dejó 32 muertos y centenares de heridos.
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En respuesta a los ataques ordenados por Erdogan, combatientes del PKK arremetieron contra posiciones militares turcas, y ocasionaron la muerte de varios soldados. Este viernes, los kurdos atacaron diferentes unidades de las fuerzas de seguridad turcas y causaron importantes bajas.
Según un medio internacional, el PKK lanzó su ofensiva contra una brigada militar turca en la provincia de Tuncelo, en el este del país.
En Contexto
El PKK inició la lucha armada contra el gobierno turco en 1984 con el objetivo de establecer un Estado y lograr más derechos para los kurdos, que suman unos 12 millones, según cálculos difundidos por medios de comunicación.
Erdogan considera ilegal y terrorista al PKK, por lo que lanzó un operativo contra las fuerzas rebeldes kurdas y el autodenominado grupo Estado Islámico (EI) en la frontera con Siria, para incitarlos a que se retiren del país; además participa en la avanzada militar occidental que tiene como finalidad derrocar el gobierno legítimo de Bashar Al-Assad.
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A raíz de los ataques, el grupo rebelde kurdo decidió terminar con el alto el fuego proclamado en 2013 y defender sus posiciones. En las localidades de Zap, Metina y Hafta (norte de Irak) aproxidamente 30 cazas F-16 turcos bombardearon bajo el pretexto de combatir a miembros del EI en la franja de Siria.