La oposición venezolana salió este sábado a las calles de la capital, Caracas, para marchar con el fin de "restituir a democracia" en el país y en contra del Gobierno del electo presidente Nicolás Maduro. 

La jornada de protesta es la tercera en el país en una semana, en las que ha privado la violencia impulsada por diputados opositores que pretenden desviar las movilizaciones hacia las concentraciones del pueblo revolucionario. 

Los opositores también insisten en la celebración de elecciones presidenciales en lo inmediato, sin respetar los lapsos que establece Constitución de Venezuela.

Además exigen la destitución de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que emitió una sentencia en la que exige al Parlamento destituir tres diputados opositores electos en situación irregular, no obstante, el ente legislativo mantiene un desacato a la medida. 

Este viernes, el vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, explicó en un comunicado que la marcha convocada para este sábado no fue notificada a las autoridades para proveer un plan de seguridad y organización, por lo que es considerada ilegal. 

"La naturaleza de esa convocatoria ya es violenta. Nos acabamos de enterar que quieren convocar a una concentración y una vez allí, es que indicarán adónde van. Están buscando una provocación, que detrás conlleva a la violencia. Es un acto que nace como violento", apuntó El Aissami.