La administración estadounidense exigió este viernes a Moscú que retiren “de inmediato” el convoy humanitario que está en una región del este ucraniano para asistir a los afectados de la crisis provocada por el Ejército de kiev.

El portavoz de la Casa Blanca, Ben Rhodes pidió al mandatario ruso Vladimir Putin que “saque el convoy de Ucrania o que afronte las consecuencias”, en referencia a nuevas sanciones económicas de EE.UU. contra la nación soviética.

De acuerdo con el Pentágono la entrada de camiones rusos a Lugansk “constituye una violación de la soberanía e integridad territorial de Ucrania por parte de Rusia", declaró a la prensa su portavoz el contralmirante John Kirby.

Por su parte, diplomáticos europeos, rechazaron en un comunicado el envió de ayuda humanitaria rusa al este de Ucrania.

“Deploramos la decisión de Rusia de meter un cargamento humanitario en el territorio ucraniano sin la escolta del CICR o el consentimiento de las autoridades ucranianas. Esto es una violación clara de la frontera ucraniana". manifestó la Jefatura Diplomática de la Unión Europea.

Un total de 262 camiones blancos cruzaron la frontera con Lugansk en la madrugada con toneladas de insumos para los habitantes de esta región.

Decisión de la ONU

Este viernes, El consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió de emergencia ante el pedido de Lituania  por considerar al igual que el gobierno de Kiev, que la entrada de ayuda humanitaria a Lugansk “viola la soberanía del país”.

El representante de la misión de Ucrania ante la ONU, Oleksandr Pavlichenko, expresó su preocupación por la seguridad de los integrantes del convoy por estar atravesando “territorio controlado por terroristas”; y como vocero del organismo internacional, declaró la decisión rusa como “violatoria, que no puede ser justificada con la excusa de urgencia”.