Obama presentó propuesta para detener espionaje telefónico de la NSA
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, presentó este jueves ante el Congreso de ese país una propuesta que buscará detener el espionaje telefónico y acumulación de datos por parte de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés).
"He decidido que el mejor camino a seguir es que el Gobierno no debe recoger ni almacenar esos datos de forma masiva", destacó Obama durante una visita al Papa Francisco al Vaticano, como parte de la gira internacional que lo llevará por varias naciones europeas y Arabia Saudí.
De acuerdo con los detalles del plan, revelados por la prensa local y el mismo Obama, estos datos solo serían almacenados por las compañías telefónicas durante un período de 18 meses; tal y como lo establece la legislación vigente.
En ese sentido, el gobierno estadounidense y la NSA solo tendrían acceso a los mismos mediante una autorización emitida por del tribunal secreto creado por la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, por su sigla anglosajona), cuando se sospeche de que algún número telefónico está ligado a sospechosos de terrorismo.
Sin embargo, altos funcionarios gubernamentales revelaron bajo condición de anonimato que se podría tener acceso a esa información sin autorización previa cuando existan situaciones de emergencia que atenten contra la seguridad del país.
Parte del comunicado hecho público por la Casa Blanca destaca que estas medidas “asegurarán que tenemos la información que necesitamos para satisfacer nuestras necesidades de inteligencia, al tiempo que mejoramos la confianza ciudadana en la forma en que se recolecta y gestiona esa información".
Las revelaciones del exanalista de la NSA, Edward Snowden, pusieron en evidencia al gobierno estadounidense, que vio tensadas sus relaciones diplomáticas en todo el mundo; luego de que se descubrió que se había espiado incluso a naciones aliadas del país.
El pasado mes de enero, Obama ordenó a la NSA detener el espionaje contra las naciones aliadas de su gobierno; aunque los servicios de inteligencia estadounidenses continúan recopilando información de otras diplomacias para conocer sus intenciones.